Montar una franquicia puede ser, en muchos aspectos, más sencillo que lanzar un negocio desde cero. Pero eso no significa que todo vaya a ser fácil o que el éxito esté garantizado.

La realidad es que muchos nuevos franquiciados subestiman los detalles del proceso y acaban cometiendo errores que pueden salir muy caros.

Aunque algunos fallos pueden tener consecuencias menores, otros pueden poner en riesgo toda tu inversión.

Para ayudarte a tomar decisiones más seguras, hemos recopilado los errores más comunes que cometen los nuevos franquiciados al comprar una franquicia. Evitarlos es uno de los primeros pasos para acercarte al éxito.

Error 1: No Hacer una Investigación a Fondo

Es cierto que los negocios franquiciados tienen una tasa de fracaso considerablemente baja. De hecho, algunas marcas presumen de índices de éxito superiores al 90%. Pero eso no significa que estés libre de riesgos. Incluso si apuestas por una franquicia reconocida, siempre existe la posibilidad de que algo no funcione.

Uno de los errores más comunes que cometen los nuevos franquiciados es no hacer la debida diligencia antes de firmar.

Antes de comprometerte, necesitas investigar a fondo la marca y la empresa matriz. Un buen punto de partida es realizar un análisis DAFO que te permita tener una visión clara de sus puntos fuertes, debilidades, oportunidades y amenazas.

Aunque el Documento de Información Precontractual te dará datos relevantes, es muy probable que pinte la franquicia de la mejor manera posible. Si quieres saber cómo es realmente trabajar con esa marca, habla con franquiciados actuales y haz tu propia investigación.

Error 2: No Hacer un Estudio de Mercado Previo

Algunos emprendedores creen que basta con abrir las puertas y que los clientes llegarán solos. Pero pensar que una gran marca garantiza el éxito es un error de principiante.

Aunque vendas productos o servicios bajo una marca reconocida, necesitas investigar a fondo el mercado local. Analiza la demanda real en la zona, el perfil demográfico, los hábitos de consumo, la estacionalidad y las previsiones. No olvides evaluar a la competencia cercana y prepararte para posibles cambios o retos que puedan surgir.

Error 3: No Revisar a Fondo el Documento de Información Precontractual

El Documento de Información Precontractual puede ser extenso y técnico, pero es fundamental leerlo con atención y comprender cada apartado.

Este documento recoge información clave sobre el franquiciador: su equipo directivo, trayectoria empresarial, historial legal, derechos y obligaciones, formación ofrecida, costes iniciales, y en algunos casos, datos financieros sobre el rendimiento de la red.

Si hay algo que no entiendes, consulta con un abogado o un experto en franquicias que pueda ayudarte a detectar posibles riesgos o cláusulas poco claras.

Recuerda: el franquiciador está obligado a entregarte este documento con al menos 20 días hábiles de antelación antes de que firmes el contrato o pagues cualquier canon. Es tu mejor herramienta para tomar una decisión con conocimiento de causa.

Error 4: Calcular Mal los Costes Iniciales

Muchos franquiciados fracasan o no alcanzan sus objetivos por haber subestimado los costes reales de puesta en marcha. Es común que los emprendedores, sobre todo si es su primera vez, sean excesivamente optimistas al estimar la inversión inicial. Pero cuando se trata de reducir riesgos, es mejor apostar por el realismo que dejarse llevar por el entusiasmo.

Una buena práctica es disponer de al menos un 20% más de capital del que crees necesitar. Días de baja del personal, imprevistos legales, retrasos en las obras, problemas logísticos o subidas en los tipos de interés pueden disparar los costes en poco tiempo.

Error 5: Elegir una Mala Ubicación

Uno de los errores más frecuentes (y costosos) en el mundo de las franquicias es escoger mal el local o el territorio. En muchos casos, el franquiciado busca reducir costes al máximo, pero lo barato puede salir muy caro si no hay suficiente tránsito peatonal o si la competencia te gana terreno con reparto a domicilio.

Más allá del tráfico de personas, también debes analizar el poder adquisitivo local, el coste del alquiler, la visibilidad del local y la accesibilidad. Por ejemplo, una estación de servicio puede ver afectadas sus ventas si hay obras en la vía de acceso o cambios en la circulación.

Antes de comprometerte con una franquicia, realiza un análisis de territorio completo. Evalúa el potencial de cada zona, los límites del contrato y, si es necesario, negocia los derechos y restricciones para asegurarte de que estás apostando por una ubicación con potencial real de crecimiento.

Error 6: No Contar con Suficiente Financiación

Muchos franquiciados subestiman el capital necesario para mantener el negocio hasta que sea rentable. Aunque el franquiciador te dará una estimación de costes, es clave prever varios meses sin beneficios.

Asegúrate de disponer de fondos suficientes para cubrir gastos operativos durante ese tiempo, idealmente con un margen extra. En algunos casos, el contrato exige un mínimo de liquidez, pero incluso si no es obligatorio, contar con un buen colchón puede marcar la diferencia entre resistir o cerrar antes de tiempo.

Error 7: No Leer (o Entender) Bien el Contrato de Franquicia

El Contrato de Franquicia es un acuerdo legal vinculante. Una vez firmado, será muy difícil renegociar sus condiciones. Normalmente compromete al franquiciado por un mínimo de cinco años, con obligaciones claras y exigentes.

Por eso, es fundamental leerlo con detenimiento y, si es posible, revisarlo con un experto en franquicias. Identificar a tiempo cláusulas restrictivas, penalizaciones o ambigüedades puede ahorrarte muchos problemas más adelante.

Error 8: Tener Expectativas de Beneficio Poco Realistas

Una franquicia puede ser una inversión más segura que montar un negocio desde cero, pero eso no significa que garantice ingresos altos desde el principio.

Muchos franquiciados sobreestiman sus beneficios y acaban frustrados al ver que sus ingresos reales están por debajo de lo esperado. En algunos casos, esto obliga a reducir el sueldo personal o posponer decisiones clave.

Sé realista desde el inicio. Basa tus proyecciones en datos, no en suposiciones, y ten en cuenta que alcanzar la rentabilidad puede llevar tiempo.

Error 9: Descuidar el marketing local

Aunque el franquiciador suele encargarse de campañas publicitarias nacionales, y tú contribuyas a ese fondo, no puedes depender solo de ellas.

Cada zona tiene sus particularidades, y la publicidad local es clave para conectar con tu comunidad y atraer clientes de forma directa. La visibilidad de marca a nivel nacional no siempre se traduce en ventas locales.

Iniciativas como patrocinar eventos del barrio, colaborar con medios locales o con creadores de contenido de tu zona pueden marcar la diferencia desde el primer día.

Error 10: No Adaptarse a los Cambios del Mercado

Una pregunta clave que deberías hacerte es: ¿estás invirtiendo en una franquicia por su éxito actual o por el que crees que tendrá en el futuro?

El mercado cambia rápido. Las marcas que no se adaptan a nuevas tendencias o tecnologías acaban perdiendo relevancia. El caso de Blockbuster es el ejemplo perfecto: no supieron reaccionar al auge del streaming y desaparecieron casi de un día para otro.

Antes de invertir, analiza si la franquicia está preparada para evolucionar y seguir siendo competitiva en los próximos años.

Error 11: Subestimar los Gastos Operativos

Muchos franquiciados nuevos intentan ajustar al máximo su presupuesto inicial, pero olvidan que hay costes recurrentes imposibles de evitar.

Si no los calculas bien, puedes afectar seriamente tu flujo de caja y la rentabilidad del negocio.

Ten en cuenta pagos de regalías, aportes a marketing, nóminas, inventario, seguros y suministros. Y prepárate también para imprevistos: averías, rotación de personal, o subidas inesperadas en tipos de interés o inflación.

Error 12: No Aprovechar el Soporte del Franquiciador

Muchos emprendedores cometen el error de intentar hacerlo todo por su cuenta, olvidando que uno de los mayores beneficios de una franquicia es precisamente el acompañamiento del franquiciador.

Tu cuota de regalías incluye el acceso a soporte continuo, por lo que no aprovecharlo es desperdiciar recursos valiosos. Desde formación hasta asesoramiento operativo, el franquiciador tiene el conocimiento y las herramientas para ayudarte a superar la curva de aprendizaje y optimizar tu rendimiento.

Recuerda: si tú tienes éxito, ellos también. Así que está en su interés apoyarte. Aprovecha esa ventaja.

Error 13: Contratar al Equipo Equivocado

Montar un buen equipo es clave para el éxito de cualquier negocio, y una franquicia no es la excepción. Muchos franquiciados confían demasiado en los manuales del franquiciador y aceleran el proceso de contratación, pero un mal fichaje puede afectar directamente la productividad, el ambiente laboral y la calidad del servicio al cliente.

Además, sustituir a un empleado puede costarte miles de euros, sin contar el desgaste operativo.

Define bien los perfiles que necesitas, utiliza canales diversos para captar talento y estandariza tus procesos de selección desde el inicio. Así reducirás errores y mejorarás la estabilidad de tu equipo a largo plazo.

Error 14: Descuidar tu Equilibrio Personal

Aunque abrir una franquicia puede ser más ágil que emprender desde cero, no significa que sea un camino fácil. Como en cualquier negocio, el esfuerzo personal será clave para que funcione.

Durante los primeros meses (o incluso años), muchos franquiciados trabajan jornadas largas e intensas, lo que puede afectar seriamente su equilibrio entre vida personal y profesional. Si no cuentas con un socio que comparta responsabilidades, tú serás quien cargue con la gestión diaria y los objetivos exigidos por el franquiciador.

Antes de lanzarte, piensa si realmente puedes asumir ese ritmo y cómo impactará en tu estilo de vida.

Error 15: Depender en Exceso del Franquiciador

Contar con el respaldo de un franquiciador es una gran ventaja, pero tu objetivo debe ser operar de forma autónoma lo antes posible.

Si necesitas apoyo constante más allá de lo básico incluido en las regalías, podrías terminar pagando más o ralentizando la toma de decisiones importantes. Al fin y al cabo, el franquiciador gestiona toda la red de franquicias y no siempre podrá adaptarse a las particularidades de tu mercado local.

Ser autosuficiente te permite resolver problemas con agilidad, adaptarte mejor a tu entorno y hasta optimizar ciertos costes operativos. La capacidad de reaccionar rápido, sin depender de terceros, es clave para mantener tu negocio en marcha.

Error 16: No Comprender las Restricciones Territoriales

Tu contrato de franquicia establece los derechos de territorio, es decir, los límites dentro de los cuales puedes operar. Estos límites pueden definirse por zonas geográficas concretas, número de hogares o incluso códigos postales.

Es fundamental saber si cuentas con derechos exclusivos o no exclusivos sobre esa zona. Si son exclusivos, no podrá abrir otra franquicia de la misma marca en tu área, lo cual reduce la competencia directa… Pero también puede frenar tu capacidad de crecimiento.

Por otro lado, si los derechos no son exclusivos, podría abrir otra unidad muy cerca de la tuya, lo que puede afectar a tu facturación si no tienes protecciones específicas en el contrato.

Antes de firmar, revisa bien las cláusulas territoriales y, si es necesario, negocia condiciones más justas o claras con el franquiciador.

Error 17: No Dar Prioridad a la Experiencia del Cliente

Confiar únicamente en el reconocimiento de marca de la franquicia es un error. La experiencia del cliente debe ser tu prioridad desde el primer día.

Tu objetivo debe ser que los clientes repitan por cómo los tratas tú, no solo por la marca que representas. Un mal servicio puede espantar clientes y generar malas reseñas que afecten directamente tu facturación. Un cliente insatisfecho hablará más que uno satisfecho.

Invierte tiempo en formar a tu equipo, resolver incidencias rápidamente y mantener altos estándares de atención al cliente.

Error 18: Controlar en Exceso en Lugar de Liderar

Un buen franquiciado no debe depender demasiado del franquiciador… Ni convertirse en una figura autoritaria para su propio equipo.

El micromanagement agota a los empleados, reduce su iniciativa y crea un ambiente de desconfianza. En lugar de tomar decisiones, esperan tu aprobación para todo, lo que frena la productividad y dispara la rotación de personal.

En vez de vigilar cada paso, enfócate en liderar con claridad, confianza y responsabilidad compartida. Así construirás un equipo autónomo, motivado y alineado con los objetivos del negocio.

Prepárate para Triunfar como Franquiciado

Evitar estos errores comunes es un gran paso hacia una franquicia rentable y bien gestionada. Aún así, no esperes hacerlo todo perfecto desde el primer día. Emprender en franquicia implica una curva de aprendizaje, y los tropiezos forman parte del proceso.

Si estás dando tus primeros pasos como franquiciado y quieres tomar decisiones informadas, en Rolty te damos todo lo que necesitas: datos clave, comparativas reales y herramientas para evaluar marcas con criterio.

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