Tanto las franquicias como las startups son formas populares de emprender, y aunque comparten algunas similitudes, hay diferencias clave que conviene tener claras antes de lanzarte.
¿Es mejor abrir una franquicia o crear tu propio negocio desde cero? Hoy, te damos nuestra visión sobre el tema. Analizaremos las ventajas e inconvenientes de cada opción para que puedas tomar una decisión informada y alineada con tus objetivos como emprendedor.
Puntos Clave
Las franquicias permiten emprender con un modelo de negocio probado, reduciendo riesgos y facilitando resultados más rápidos gracias al respaldo de una marca consolidada.
Invertir en una franquicia implica pagar un canon de entrada y regalías periódicas, a cambio de formación, soporte operativo y procesos estandarizados.
Las startups ofrecen libertad total para innovar y escalar sin límites, pero requieren crear la marca desde cero y asumir un riesgo significativamente mayor.
La elección entre franquicia y startup depende del capital disponible, la tolerancia al riesgo, el nivel de autonomía deseado y los objetivos de crecimiento a largo plazo.
¿Qué es una Franquicia?
Comprar una franquicia es una forma excelente de iniciarte en el mundo del emprendimiento con menos riesgos que montar un negocio desde cero. Al invertir en una franquicia, lo que haces es pagar por el derecho a comercializar productos o servicios bajo el nombre de una marca ya establecida.
A cambio del pago de regalías (normalmente un porcentaje de tus ventas), obtienes acceso a su imagen de marca, su modelo de negocio y todo el respaldo operativo que la empresa matriz ofrece.
Como franquiciado, serás el propietario del establecimiento, pero tendrás que gestionar el negocio siguiendo las normas y procesos marcados por el franquiciador. Es decir, contarás con libertad operativa dentro de unos límites bien definidos.
Algunos de los ejemplos más conocidos de franquicias de éxito son cadenas de comida rápida como McDonald’s o Subway, y tiendas de conveniencia como 7-Eleven.
¿Qué es una Startup?
Una startup es un negocio independiente que se construye desde cero, sin partir de un modelo ya establecido. Suelen tener un enfoque muy orientado al crecimiento rápido, y en muchos casos, el objetivo final es salir a bolsa o atraer grandes inversores.
Aunque algunas startups logran un éxito notable, también implican un alto nivel de riesgo. Según algunos estudios, solo alrededor del 10% consigue consolidarse a largo plazo. Esto se debe a que, desde el inicio, los fundadores deben encargarse de todo: desde el desarrollo del modelo de negocio y la marca, hasta la captación de inversión y la estrategia de crecimiento.
A diferencia de una franquicia, donde cuentas con apoyo y una hoja de ruta clara, en una startup estás mucho más solo. El camino puede ser apasionante, pero también exigente y lleno de incertidumbre.
Principales Diferencias Entre una Franquicia y una Startup
Aunque ambas son formas de emprender, las franquicias y las startups funcionan de manera muy distinta. Vamos a ver algunas de las diferencias clave.
Inversión
Montar un negocio, sea cual sea el formato, implica costes. Pero los niveles de inversión, riesgos y retorno varían bastante entre una franquicia y una startup.
Franquicia
La inversión inicial para abrir una franquicia varía mucho según el sector y la marca, pero suele situarse aproximadamente entre 60,000 € y 200,000 €.
Uno de los primeros pagos es el canon de entrada, que suele rondar aproximadamente entre 18,000 € y 45,000 €, y que te da derecho a usar la marca del franquiciador.
A eso hay que sumar gastos como:
Alquiler y adecuación del local.
Licencias y permisos.
Contratación de personal.
Compra de inventario inicial.
Rótulos y materiales.
Formación y apertura.
Aunque puede parecer una inversión elevada, la tasa de éxito de las franquicias es mucho mayor que la de otros modelos. Algunas marcas consolidadas tienen tasas de fracaso inferiores al 10%.
Startup
Crear un negocio desde cero puede ser más barato… O mucho más caro, dependiendo del sector, la idea y los objetivos de crecimiento.
Hay emprendedores que arrancan con una inversión modesta, pero otros modelos, sobre todo los tecnológicos o escalables, pueden requerir cientos de miles o incluso millones de euros.
A cambio, no tendrás que pagar canon de entrada ni regalías, y tendrás más libertad para definir elementos clave como la marca, el local o la estrategia de lanzamiento.
Eso sí, más libertad también implica más riesgo: alrededor del 50% de las startups fracasan antes de cumplir cinco años.
Reconocimiento de Marca
La visibilidad y reputación de marca son claves para la sostenibilidad de cualquier negocio. Pero ¿cómo se comportan las franquicias y las startups en este aspecto?
Franquicia
Una de las mayores ventajas de abrir una franquicia es que partes con una marca reconocida y una base de clientes ya consolidada. Eso te da una ventaja enorme frente a los negocios que empiezan de cero.
Aun así, es importante analizar bien el mercado local y el perfil del consumidor en tu zona. Si eliges bien la ubicación y el momento, es muy probable que consigas atraer clientes desde el primer día y generes ingresos significativos en poco tiempo.
El punto débil: tu negocio depende directamente de la reputación del franquiciador. Si la marca sufre una crisis de imagen o aparece en los medios por motivos negativos, sus franquiciados también se ven afectados.
Startup
Crear una marca desde cero es uno de los mayores retos de cualquier startup. Por buena que sea tu idea o producto, si el público no conoce ni confía en tu marca, vender será complicado.
Ahora bien, construir tu propia identidad puede ser también una de las partes más creativas y gratificantes del emprendimiento, sobre todo si te gusta desarrollar conceptos, conectar con tu audiencia y posicionarte con autenticidad.
Riesgo
Todo modelo de negocio conlleva ciertos riesgos, pero si analizamos los datos con objetividad, algunos formatos son claramente más estables que otros.
Franquicia
Como ya hemos comentado, la tasa de fracaso de las franquicias es mucho menor que la de las startups. ¿Por qué? Porque no partes de cero: trabajas con un modelo probado, una marca consolidada y el respaldo continuo del franquiciador.
Además, contarás con ayuda en áreas clave como:
Cumplimiento legal.
Marketing y visibilidad.
Formación y soporte operativo.
En resumen, como franquiciado tienes más redes de seguridad y menos incertidumbre que quien emprende solo.
Startup
El emprendimiento desde cero es emocionante… Pero también muy arriesgado. Las probabilidades de éxito, especialmente en los primeros años, son más bajas. A las dificultades habituales (crear marca, conseguir clientes, gestionar operaciones), se suma la necesidad de adaptarse a cambios legales, competir con grandes empresas y tomar decisiones críticas con pocos recursos.
Eso sí, el potencial de crecimiento de una startup puede ser enorme. Muchas de las empresas más grandes del mundo comenzaron como ideas pequeñas con grandes aspiraciones. Si tienes una propuesta sólida y visión a largo plazo, asumir el riesgo puede merecer la pena.
Escalabilidad
Todos los emprendedores comparten algo en común: el deseo de crecer. Pero, ¿qué modelo ofrece más potencial de expansión, una franquicia o una startup?
Franquicia
Si tu objetivo es revolucionar un sector y hacer millones con una idea rompedora, la franquicia quizá no sea el camino más flexible. Como franquiciado, tu capacidad de crecimiento está limitada por los términos del contrato de franquicia.
Algunos aspectos que pueden condicionar tu escalabilidad:
Tendrás que compartir beneficios con el franquiciador a través de regalías.
El control operativo es limitado, ya que debes seguir las normas del sistema.
Puede que empieces con una sola unidad, y necesites demostrar resultados antes de poder abrir más.
Tus derechos de territorio también marcarán un techo a corto o mediano plazo.
Por eso, siempre recomendamos revisar el contrato con un experto en franquicias, para conocer bien hasta dónde puedes llegar con ese modelo.
Startup
Con una startup, el potencial de crecimiento es prácticamente ilimitado, si el negocio encaja en el mercado y despierta interés.
Al no depender de una marca matriz, tienes total libertad para decidir cómo y cuánto crecer. Si das con una propuesta ganadora, podrías escalar muy rápido, captar inversores y multiplicar tu presencia.
Muchos fundadores aspiran a que su startup se convierta en un “unicornio”, es decir, una empresa valorada en más de 1,000 millones de dólares. Eso sí, las probabilidades reales de llegar a ese punto son muy bajas.
Potencial de Innovación
Antes de elegir un modelo de negocio, conviene preguntarte: ¿Qué tipo de emprendedor eres? ¿Buscas una inversión segura con procesos ya validados, o te gustaría crear algo rompedor desde cero?
Franquicia
Si inviertes en una franquicia, tu margen para innovar será limitado. Al formar parte de una red, estás obligado a seguir unas directrices y mantener los estándares de la marca.
Eso no significa que no puedas aportar ideas. En muchas franquicias, puedes participar en propuestas de promociones locales o acciones de marketing regional, por ejemplo. Pero las decisiones clave seguirán en manos del franquiciador.
Startup
En una startup, la innovación es el motor principal. No hay una estructura previa que te limite, así que tienes libertad total para experimentar, reinventar o incluso cambiar por completo el rumbo del negocio.
Las startups más exitosas han sabido romper moldes y transformar industrias enteras. Pero ojo: tanta libertad implica también asumir todos los riesgos y responsabilidades. Innovar no es fácil, y sin una estrategia sólida, esa libertad puede volverse en tu contra.
Estrategia de Salida y Objetivos a Largo Plazo
Es habitual que, al empezar un nuevo proyecto, muchos emprendedores se centren en el arranque y pasen por alto cómo quieren terminar. Pero si estás valorando una franquicia frente a una startup, es importante tener clara tu estrategia de salida desde el principio.
Franquicia
Al firmar un contrato de franquicia, te comprometes a gestionar el negocio durante un plazo determinado, que suele estar entre cinco y diez años.
Cuando termine ese periodo, tendrás varias opciones:
Renovar el contrato y continuar con la actividad.
Vender la unidad a otro emprendedor, si el contrato lo permite.
Cerrar ciclo y retirarte, habiendo rentabilizado tu inversión.
En ese sentido, la franquicia ofrece un horizonte temporal más claro y predecible, lo que facilita la planificación a largo plazo.
Startup
Salir de una startup es bastante más complejo. No puedes abandonar el proyecto de un día para otro sin asumir consecuencias financieras, sobre todo si hay inversores implicados.
Además, la rentabilidad suele tardar años en llegar, y muchas startups nunca alcanzan el punto de equilibrio. Vender el negocio también puede ser complicado, ya que no existe una estructura o marca consolidada como en las franquicias.
Dicho esto, las startups con éxito aspiran a salir a bolsa (IPO) o a ser adquiridas por una empresa más grande. Pero lo más habitual como salida realista es lograr una fusión o adquisición si el proyecto genera interés.
Ventajas y Desventajas de una Franquicia
Ahora que ya conoces las diferencias entre una franquicia y una startup, repasemos los principales puntos a favor y en contra del modelo de franquicia.
Ventajas
Marca reconocida: Empiezas con una marca ya posicionada y un modelo de negocio que funciona.
Menor tasa de fracaso: Las franquicias tienen muchas más probabilidades de éxito que los negocios nuevos.
Procesos estandarizados: Contar con procedimientos claros te permite arrancar con más seguridad.
Soporte continuo: Recibes apoyo del franquiciador y puedes compartir experiencias con otros franquiciados.
Más opciones de financiación: Los bancos suelen ver las franquicias como inversiones más seguras que las startups.
Desventajas
Poca libertad para innovar: Debes seguir las normas del franquiciador, lo que limita tu capacidad de hacer cambios.
Alta inversión inicial: El canon de entrada y los gastos de puesta en marcha pueden suponer una inversión importante.
Pago de regalías: Estás obligado a ceder un porcentaje de tus ventas al franquiciador de forma continua.
Ventajas y Desventajas de una Startup
Si estás pensando en lanzar un negocio desde cero, aquí te dejamos un resumen de los principales puntos a favor y en contra.
Ventajas
Más flexibilidad y control: Puedes desarrollar tu idea sin restricciones impuestas por una marca matriz.
Menor inversión inicial (en algunos casos): Dependiendo del tipo de negocio, podrías empezar con menos capital que en una franquicia.
Mayor margen de beneficio: Tú decides los precios, los proveedores y no tienes que pagar regalías.
Potencial de crecimiento elevado: Si das con una buena idea, no tienes límites para escalar el negocio.
Desventajas
Alto riesgo de fracaso: La mayoría de las startups no superan los primeros cinco años.
Sin reconocimiento de marca: Tendrás que construir tu reputación desde cero.
Curva de aprendizaje exigente: Tendrás que enfrentarte tú solo/a a todos los retos del negocio.
¿Franquicia o Startup? Depende de ti (y de tus Objetivos)
Elegir entre una franquicia o montar un negocio propio depende de tu perfil como emprendedor y de lo que quieras conseguir a largo plazo.
Si cuentas con capital para invertir y prefieres minimizar riesgos, una franquicia puede ser la mejor opción. Muchas redes tienen tasas de éxito muy altas, y además, empezarás con una marca consolidada, formación incluida y un modelo probado que te permitirá generar ingresos desde el primer día.
Por otro lado, si tienes una idea ambiciosa, buscas libertad total para decidir y estás dispuesto/a a asumir riesgos elevados a cambio de un posible crecimiento explosivo, crear una startup podría ser tu camino. No es fácil, pero toda gran empresa empezó por algún sitio.
Cuando estés listo/a para dar el paso, en Rolty estamos para ayudarte a tomar decisiones con criterio. Te conectamos con franquicias consolidadas y te damos las herramientas para valorar si lo tuyo es crecer con respaldo… O lanzarte a innovar por tu cuenta.
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